Nicolás Soriano y la difícil tarea de morir con nombre y apellido @correpi
Wednesday 15 de February de 2017 21:09 hs. Duración: 15:34
Como Luciano Arruga, Jonathan "Kiki" Lescano y tantos otros pibes pobres en el país, Álvaro Nicolás Soriano transitaba la ruta hacia la muerte como N.N., ese camino que el Estado se encarga de mantener siempre en buen estado, para cuando resulte necesario. Después de la bala policial disparada a quemarropa en la cabeza el 21 de diciembre pasado en el barrio de San Cristóbal en la Ciudad de Buenos Aires, permaneció en estado de coma inducido durante unas semanas y falleció en el hospital Ramos Mejía el jueves pasado cuando parecía en recuperación. Al caso de gatillo fácil le siguieron varios motivos para indignarse: su internación como N.N. durante unos cuantos días, hasta que CORREPI logró dar con su familia; el privilegio del asesino, el policía Sergio Damián Lucero (que tras la muerte tendrá que ser indagado), de contar con el asesoramiento jurídico gratuito de letrados del ministerio de Seguridad de la Nación; y el accionar de la policía que, cuando constató el domicilio de la víctima, no informó a la familia que Soriano estaba hospitalizado, sino que estaba detenido. En el programa radial La Retaguardia, María Eugenia Otero y Fernando Tebele dialogaron con Micaela Corzo @Corzo_Mika04, integrante de CORREPI. (Por La Retaguardia)